Número 31 Madrid, mayo-junio 1998 Israel se cierra en banda
en áreas vitalesTimes
Londres, 9 de mayo de 1998Tim Hames
Para cualquiera que esté fuera del círculo de Binyamin Netanyahu o de Yasser Arafat, la disputa sobre si la próxima retirada israelí de Cisjordania debe ser del 9 por ciento, del 13 por ciento o de una cifra intermedia puede parecer absurda.
Las cifras pequeñas esconden enormes cuestiones. La discusión entre Israel y la Autoridad Palestina radica en una cuestión de principio de gran importancia y cuatro preocupaciones en materia de seguridad.
La cuestión de principio se refiere a la impresión popular de que el procedimiento de retirada es una cuestión de consentimiento bilateral. De hecho, los Acuerdos de Oslo de 1994 y el Acuerdo de Hebrón de 1997 simplemente confirman que tendrán lugar redespliegues territoriales de algún tipo.
La «Note for the Record» que acompaña al Acuerdo de Hebrón reza: «Las fases subsiguientes de redespliegue son más bien cuestiones de aplicación por parte de Israel que cuestiones que se puedan negociar con los palestinos». Sobre esa base, el plan del 9 por ciento del Sr. Netanyahu cumple enteramente con las obligaciones formales contraídas. Actualmente el 28 por ciento del territorio de Cisjordania y el 97 por ciento de los palestinos se encuentran bajo control administrativo del Sr. Arafat. Ese territorio consta de docenas de pequeños sectores basados en ocho ciudades importantes palestinas.
La próxima retirada israelí será probablemente la última antes de las deliberaciones sobre el «estatus permanente» que tendrán que lidiar con las cuestiones pendientes más delicadas, incluyendo los asentamientos israelíes y el estatus de Jerusalén. Los palestinos quieren, en la medida de lo posible, entablar esas negociaciones con su territorio consolidado en, como mucho, dos bloques. Eso les permitiría abandonar las conversaciones sobre el estatus permanente y declarar unilateralmente su propio estado, si lo considerasen conveniente según sus cálculos políticos. El Sr. Netanyahu está decidido a truncar esa opción.
Fuentes de alto rango israelíes han indicado a The Times que el plan americano del 13 por ciento ha creado cuatro áreas conflictivas que son: el mando sobre las montañas de Samaria; el control del acuífero Yarkon-Taninim; la autoridad sobre el acceso oriental al aeropuerto de Tel Aviv; y el acceso a la frontera con Jordania.
Las montañas de Samaria albergan las estaciones orientales israelíes de alerta temprana y fue allí donde se instalaron los misiles Patriot durante la Guerra del Golfo. Estuvieron en alerta hace sólo tres meses durante el último pulso con el Presidente de Iraq, Saddam Hussein. En Israel se supone que la amenaza más peligrosa de la próxima década procederá de Iraq o de Irán.
Del acuífero Yarkon-Taninim (un conjunto de pequeños cursos de agua subterráneos) procede aproximadamente un cuarto del agua de Israel. Es la fuente de suministro de agua de Jerusalén. En esta zona de Oriente Próximo el agua es más importante que el petróleo. El acceso oriental a Tel Aviv también es extremadamente polémico. El país sólo tiene un aeropuerto internacional principal. El territorio en cuestión lo domina, lo cual permitiría a una organización terrorista alcanzar las pistas y terminales con misiles Strella o Stinger disparados desde el hombro.
Por último, el espacio entre Jericó y la frontera jordana ha estado siempre disputado. En él se encuentran los dos puentes más importantes que unen Jerusalén con Amán. Son el medio de comunicación principal de un volumen de comercio que crece rápidamente entre los dos estados y son muy codiciados en un contexto militar.
Es muy improbable que Israel acceda a renunciar a su soberanía sobre un territorio tan estratégico. Incluso un compromiso requeriría unas garantías férreas por parte de los palestinos de que el terrorismo sería reprimido. Dado que la Carta Palestina sigue propugnando la destrucción de Israel, a pesar de la promesa hecha hace cinco años de que esta amenaza sería eliminada, el Sr. Netanyahu va a necesitar más que palabras tranquilizadoras por parte del Sr. Arafat antes de inclinarse hacia la fórmula americana.