![]()
Número 12 Madrid, 23 de junio de 1995 EL TERRORISMO PODRÍA
Zeev Schiff
ESTALLAR DE NUEVOLe tomó mucho tiempo a Yaser Arafat darse cuenta de que existe una relación directa entre el terrorismo palestino y el progreso en el proceso político, y que no hay posibilidades de que Israel comience a desarrollar la segunda etapa del acuerdo mientras continúe el terrorismo. Israel puede pasar por alto el hecho de que las cláusulas de la Carta Palestina que piden su destrucción no hayan sido abolidas, y que fueran movilizados 7.000 policías más de lo acordado (sin que sus nombres fueran presentados a Israel para que los revise), pero no puede quedar indiferente ante el terrorismo. Hoy día, Arafat entiende esto muy bien.
A fin de lograrlo, no fue suficiente con imponer un cierre, que está causando serios problemas a los palestinos, incluso a los que apoyan la paz. También fue necesaria una campaña de información entre bastidores. Por ejemplo, el primer ministro conminó a altos oficiales de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) a que se reúnan con Arafat y le expliquen las graves consecuencias de la continuación del terrorismo. Al mismo tiempo, Isaac Rabin se reunió con varios líderes de la inteligencia y las fuerzas del orden palestinas. Entre los que vinieron recientemente a ver a Rabin estuvieron el general Náser Yusuf, Amil al-Hindi y Mohamed Dahlan. Brilló por su ausencia Jibril Rayub de Jericó (dicho sea de paso, las acusaciones de los colonos de que hay un acuerdo entre los Servicios de Seguridad y Rayub, permitiéndole operar en Jerusalén, no tienen fundamento).
El cambio se produjo cuando Arafat ordenó a los jefes de sus servicios de seguridad que ejerzan presión sobre Hamás. Previamente se había dado por satisfecho con las operaciones contra la organización menor, la Yihad Islámica, cuyas conexiones con Irán fueron comprobadas. No fue un paso decisivo, pero la presión se está sintiendo en el terreno. Los arrestos se están centrando principalmente en los oficiales. Como promedio, 20 activistas de Hamás son arrestados por semana. Un paso osado fue el cierre del periódico de la organización y el encarcelamiento de uno de sus editores. También se realizaron operaciones en las mezquitas controladas por Hamás.
La recogida de armas en la franja de Gaza está siendo cumplida a medias. Arafat respondió a las quejas de Israel diciendo: "¡Veamos si ustedes pueden recolectar las armas de los colonos! Entre nosotros esto también podría provocar una guerra civil". Naturalmente, Israel no está interesado en que algo así ocurra.
Arafat tampoco está haciendo lo suficiente para impedir los asesinatos de los sospechosos de colaborar con Israel, y ocasionalmente sus hombres también participan. A fin de alistar a un número mayor de gente en la lucha contra el terrorismo, Arafat está asegurándose de que un gran número de altos funcionarios roten sus posiciones en los tribunales que juzgan a los activistas de Hamás y la Yihad Islámica. No es una coincidencia que el número de sus guardaespaldas haya sido incrementado. (Los rumores de que un artefacto explosivo fue encontrado en su oficina fueron desmentidos. Lo cierto es que un hombre con explosivos fue detenido a unos metros del edificio).
La disponibilidad de los jordanos y los egipcios a participar en la lucha contra el terrorismo tampoco puede pasarse por alto. Recientemente los egipcios taparon un túnel usado para el contrabando de armas desde Rafiah hacia Gaza, derrumbando una casa adyacente y prohibiendo que sea reconstruida en los próximos cinco años. Si son ciertos los informes de que los jordanos deportarán a dos líderes de Hamás, esto constituiría otro golpe contra la organización.
Estas presiones combinadas están difi-cultando las cosas para los terroristas, pe-ro no debemos cometer el error de pensar que nuestros problemas se terminaron. Todo parece indicar que a pesar de todo, Hamás y la Yihad Islámica están haciendo esfuerzos para preparar ataques terroristas con gran repercusión. La desarticulación de tres grupos de Hamás en Jerusalén oriental uno de ellos encabezado por el "ingeniero" Yehiye Ayash y previamente de un grupo en Belén, y la captura de un camión cargado de explosivos en Tel Sheva, demuestran la existencia de muchas actividades subrepticias. Todo esto apunta al hecho de que a pesar de los éxitos para frustrar ataques, un nuevo ataque terrorista podría estallar de nuevo en nuestros rostros. El significado político de un ataque sería mucho más grave si ocurriese después de comenzar el redespliegue de las FDI y su retirada de territorios adicionales. Isaac Rabin sabe esto y, por lo tanto, está cuidando sus pasos.
Hay un preocupante denominador co-mún entre los grupos de Hamás descubiertos recientemente en Cisjordania. Primeramente, todos tienen vínculos con la franja de Gaza; sus actividades son planeadas en la franja, y es ahí donde reciben sus armas y explosivos. Los reclutas también son entrenados en Gaza. En otras palabras, a pesar de los esfuerzos de la OLP, Gaza sigue siendo un nido de terroristas. En Gaza se encontraron las tarjetas de identidad israelíes y otros documentos robados por árabes del Ministerio del Interior en Ramle. Arafat aguijoneó a Rabin al respecto, diciendo que tampoco él sabe lo que está ocurriendo de su parte.
En segundo lugar, está claro que Ha-más está haciendo esfuerzos para movilizar palestinos con documentos de identidad israelíes y cuyos coches tienen matrículas israelíes, a fin de facilitar el paso de terroristas hacia el país. Veinte de los 45 activistas de Hamás arrestados recientemente tenían documentos israelíes.
El reciente éxito de los servicios de seguridad en el arresto de grupos de Hamás causa una buena impresión, debido a que fue una operación extraordinaria que impidió actos terroristas. Esto se considera un éxito mayor que la captura de terroristas después de cometer ataques. La captura del grupo más peligroso el encabezado por el taxista jerosolimitano Iman Sidar fue posible gracias al cierre de la franja de Gaza. El taxista salió de Gaza para traer armas escondidas en un compartimento secreto de su vehículo, pe-ro fue detenido en la frontera y arrestado. Los servicios de inteligencia desempeñaron un rol importante en esta captura, pero la mayor parte de las actividades contraterroristas dependen de la calidad del trabajo de investigación. Sin lugar a dudas, los investigadores de los servicios de seguridad se merecen una medalla por este caso. [Haaretz].
LAS TRES FRONTERAS ENTRE
Aluf Ben
SIRIA E ISRAELEl anuncio del analista de Radio Damasco, de que Siria exige que Israel se retire de los altos del Golán hasta la línea del armisticio de 1949, equivale a renovar la discusión sobre las zonas desmilitarizadas que ensombreció las relaciones sirio-israelíes antes de la guerra de los Seis Días.
Tres líneas diferentes demarcaban la frontera entre Siria e Israel antes de la guerra de los Seis Días: la frontera internacional del período del Mandato, la línea del armisticio y la línea de emplazamiento de fuerzas del 4 de junio de 1967, desde donde dio comienzo la guerra de los Seis Días. Los políticos israelíes que hablan de una retirada plena de los altos del Golán entre ellos el canciller Peres y los ministros Yosi Sarid y Shulamit Aloni proponen una retirada hasta la frontera internacional, que pasa más al este y es la mejor para Israel. La línea del armisticio pasa más al oeste y es más conveniente para los sirios, mientras que la línea del 4 de junio pasa entre las dos primeras, dejando en manos sirias las áreas que tomaron por la fuerza durante la década de 1950.
La frontera internacional fijada en el acuerdo de 1923 entre los poderes mandatorios, Francia e Inglaterra deja áreas importantes en manos israelíes, como la costa oriental del lago Tiberíades, la ribera oriental del río Jordán, el enclave de Ramat Gader, el observatorio en la cima de la colina desde donde se ve todo el lago (en tierras que hoy pertenecen al kibúts Mevó-Hamá), y el área alrededor de Banias. Durante la guerra de Independencia, el ejército sirio invadió Israel y ocupó las áreas cercanas a la frontera. Después de la guerra se llegó a un compromiso durante las negociaciones del armisticio: Siria habría de retirar su ejército, las zonas evacuadas serían desmilitarizadas y su soberanía sería establecida en el futuro, en las negociaciones sobre los acuerdos territoriales finales.
Se fijaron tres zonas desmilitarizadas (en total unos 65 km2, según la ONU) en-tre la frontera internacional y la línea del armisticio: la zona desmilitarizada del norte, cerca de Banias, donde está ahora el kibúts Senir; la zona desmilitarizada central, a lo largo del río Jordán, incluyendo el kibúts Gadot; y la zona desmilitarizada del sur, que incluye el enclave de Hamat Gader y la costa oriental del Tiberíades, desde las cercanías de Ein Guev hasta la carretera Tsémaj-Hamat Gader.
Según el libro de Arié Shalev Cooperación a la sombra del conflicto, hubo una controversia entre Siria e Israel con respecto al control de las zonas desmilitarizadas. Cada bando intentó lo mejor que pudo tomar el control de éstas. Israel las consideraba parte de su territorio, estableció comunidades en ellas, usó su policía y realizó obras de desarrollo. Siria se opuso a esto, tomó control por la fuerza de parte de las zonas y presionó a los residentes árabes para que no tengan ningún contacto con Israel. La ONU no reconoció la soberanía de ninguno de los dos países sobre estas zonas y resolvió los desacuerdos según los méritos. Al deteriorarse las relaciones entre Siria e Israel, y al aumentar las tensiones a lo largo de la frontera, cada bando tomó parte de las zo-nas militarizadas, creando así una "frontera funcional", que fue seguida de la línea de emplazamiento de fuerzas militares.
En los acuerdos de paz que Israel firmó con Egipto y Jordania, y en el acuerdo de 1983 con el Líbano, la frontera del período del Mandato fue determinada como la frontera permanente. Israel rechazó las exigencias árabes de reconocer las líneas de armisticio. En el Ministerio de Relaciones Exteriores se están formulando actualmente opciones legales, según las cuales la frontera internacional es válida y reconocida, basándose entre otras cosas en la doctrina legal de que las fronteras coloniales son determinantes en los estados que fueron establecidos en lugar de viejas colonias. [Haaretz].
La Embajada de Israel en Madrid no comparte necesariamente las opiniones de los artículos publicados.