Los últimos acontecimientos: Puntos de referencia

octubre 2000


El estilo de negociación de los palestinos para alcanzar la paz es un estilo que difícilmente puede aceptar Israel. A Israel le cuesta aceptar un proceso de paz en el que las negociaciones se llevan a cabo a través de amenazas, advertencias y boicots con un respaldo árabe generalizado. Israel se niega a aceptar una situación en la que la parte opuesta recurre a la violencia cada vez que no consigue todo lo que pide. Ése no es el camino hacia la paz.

Lamentamos la ola de ruptura de relaciones diplomáticas con diversos países árabes. Esta ruptura socava la capacidad de mantener conversaciones directas y reduce la posibilidad de llegar a acuerdos con la ayuda de países árabes que apacigüen las aguas turbulentas en nuestra región. No es éste el camino hacia el desagravio.

Se puede aprender sobre las intenciones pacifistas de los palestinos por la forma en la que educan a las jóvenes generaciones, y la forma en que lo hacen es a través de la incitación al odio y al racismo. De esta manera no se puede alcanzar la convivencia ni la paz, ni ahora, ni tampoco en los próximos años.

La cuestión de los ataques en Guiló aparece en los medios de comunicación de todo el mundo en muchas ocasiones de forma desvirtuada. La localidad de Guiló es descrita como un asentamiento y no como un barrio de Jerusalén y los ataques son presentados de forma precipitada. A este respecto habría que indicar:
Guiló forma parte del Estado de Israel, se encuentra en territorio municipal de Jerusalén, tiene una población judía y en ella rige la ley israelí.
Se considere a Guiló como un asentamiento legal o ilegal, y de acuerdo con la legislación israelí es totalmente legal, se trata de un barrio residencial y ninguna interpretación sofista de la legislación internacional puede justificar que se dispare a civiles indefensos.
El gobierno israelí tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos y adoptar las medidas necesarias para evitar que se atente contra los mismos. Esto es válido para todo lugar en el que residan ciudadanos israelíes.
El ataque a Guiló desde la localidad cristiana de Beit Jala supone un descarado intento de Arafat y los suyos para suscitar el enfrentamiento entre Israel y el mundo cristiano.

Ministerio de Asuntos Exteriores
Jerusalén, octubre 2000