El vídeo perdido
La toma de rehenes en Líbano


El caso del vídeo perdido -y luego encontrado- en que aparece el momento en que fueron capturados tres soldados israelíes por fuerzas fundamentalistas refuerza las sospechas israelíes acerca del extraño maridaje entre Hezbollah y FINUL.

Recordamos que, dos días después de producido el secuestro, en octubre de 2000, la red de televisión Al J´Azira, de Qatar, emitió imágenes en que se veía una furgoneta -que miembros de Hezbollah pintaron con los colores de FINUL (Fuerza de Interposición de las Naciones Unidas)- que se acercaba hacia las fuerzas israelíes, sin levantar sospechas, con el objetivo de acometer la toma de tres rehenes israelíes. En la misma cinta se visualiza unos vehículos todo- terreno utilizados, posteriormente, por los secuestradores. De las investigaciones realizadas por la Inteligencia Israelí se desprende que miembros de FINUL filmaron dos o tres horas de videos después del secuestro.

En una reunión, celebrada el miércoles 4 de julio, que contó, entre otros, con la presencia de Terje Larsen (representante de Naciones Unidas para Oriente Próximo), Stephan Demistore (para Líbano) y el general israelí Gabi Ashkenazi así como dos altos mandos de FINUL, Ashkenazi exigió la entrega del vídeo. Larsen se disculpó, al día siguiente, ante los israelíes habida cuenta que nadie le había informado la existencia de las filmaciones. El viernes 6 Israel acusó, formalmente, a la misión de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) de haber ocultado la existencia de una cinta en que se visualizaban los vehículos utilizados por Hezbollah para secuestrar a tres soldados israelíes.

Hace pocas horas, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annán, reconoció la existencia de la cinta, en la que aparecen los vehículos empleados por Hezbollah en el secuestro de los tres soldados israelíes cuando patrullaba un tramo de la frontera libanesa- israelí. Fue entonces cuando el secretario Annán llamó a Sharon, primer Ministro israelí, para reconocer la existencia de la cinta indicando que el vídeo se encontraba en una caja de seguridad, ubicada en la sede de la entidad, en Nueva York.

El secretario general adjunto de Naciones Unidas para misiones de paz, Jean Marie Guéhenno ofreció a Israel y Líbano la posibilidad de ver la grabación. Se hizo la salvedad que, a los activistas, se les oscurecería la cara para evitar que fuesen identificados. Guéhenno justificó la medida indicando que el reglamento de Naciones Unidas impide tomar partido en cualquier conflicto.

Hezbollah redobló la apuesta el 9 de julio al dar a conocer, a través de un comunicado, que considerará a los soldados de Naciones Unidas "espías del enemigo" si el organismo entrega la cinta a las autoridades israelíes. "Rechazamos que Naciones Unidas entregue una cinta filmada en suelo libanés. Para nosotros, ese acto sitúa a las fuerzas de Naciones Unidas en la categoría de espías del enemigo, al darle información", afirmo el jeque Nasrallah, en Beirut. Y, dirigiéndose a los israelíes, afirmó: "Aunque tengan la cinta, eso no dará ventaja para determinar la suerte de nuestros prisioneros [los soldados secuestrados]". Nasrallah aclaró que no dará información sobre los rehenes mientras no se cumpla la exigencia de liberar al jeque Abdel - Karim Obeid y a Mustafa Derani.

Las Fuerzas de Defensa de Israel tienen razones suficientes para creer que existe otro vídeo en el cual los cascos azules grabaron el secuestro en "tiempo real".
 

11 de julio de 2001