Jamás Hamas

El Mundo, 6 de octubre de 2005


Víctor Harel
Embajador de Israel en España

 

�La Unión Europea incluye a Hamas en la lista de organizaciones terroristas internacionales�. Publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el 24 de diciembre de 2003.

Sasson Nuriel, 50 años de edad, dueño de una fábrica de golosinas en las cercanías de Jerusalén, su ciudad, asesinado a sangre fría por Hamas el lunes pasado (26 de septiembre). Antes de ser ejecutado, Nuriel fue torturado y filmado en un espeluznante vídeo ampliamente difundido.

En una multitudinaria manifestación de júbilo, patrocinada por Hamas por la retirada de Gaza, una camioneta repleta de explosivos (¿qué mente despiadada permite una tal �bomba latente� en una manifestación de miles de personas?) explota y mata a 17 civiles, la mayoría niños. Ante las acusaciones de la Autoridad Palestina no le queda a Hamas más remedio que admitir su comportamiento irresponsable y criminal.

¿Qué es Hamas? Hoy por hoy, una organización terrorista y así declarada por Estados Unidos y la Unión Europea. ¿Qué quiere ser Hamas? En apariencia, un partido político que desea participar en las elecciones palestinas del 25 de enero de 2006. ¿Organización terrorista o partido político? Hamas quiere ser ambos, sin excluir uno del otro, sin soñar siquiera con abandonar la vía del terror y la violencia. Pero se debe obligar a Hamas a elegir entre el terrorismo y la vía política. No puede, ni debe, disfrutar impunemente de ambos mundos.

Un proceso democrático que culmina en elecciones no admite que en su seno se disfrace y encuentre abrigo una organización terrorista. Lobo con piel de cordero. Al igual que Hizbolá su hermano mayor en El Líbano, Hamas continúa armándose hasta los dientes con el mejor armamento que Irán es capaz de proveer [(libre de gastos,  por supuesto)]. Al igual que su mentor libanés, Hamas pretende tener dos brazos: uno militar y otro político. Pero no existe la más mínima diferencia entre ellos, [ambos: la misma ideología, los mismos jefes y cabezas, el mismo �modus operandi�. Nada diferencia a uno del otro, excepto la arbitraria denominación que se adjudican].

Hamas, a 57 años de nuestra Independencia, no reconoce el derecho de Israel a existir; no ha ahorrado esfuerzos para hacer descarrilar el proceso de paz entre nosotros y nuestros vecinos palestinos en todas sus fases y etapas; su Carta Magna hace un claro llamamiento a la muerte de judíos y se compromete a la confrontación con Israel por medio de la lucha armada, hasta su �destrucción total�. Este es el Hamas que la comunidad internacional debe desenmascarar, sin permitir que a través de un burdo complot  abuse cínicamente de un proceso electoral democrático. [La tan buscada legitimación internacional de Hamas, podría tener consecuencias funestas, según las cuales un grupo de islamistas extremistas obtendrían una parte considerable del poder de la Autoridad Palestina y continuarían impunemente promoviendo el terror amparados por un �paraguas� político.]

La comunidad internacional y la Unión Europea en especial, deben rechazar enérgicamente los intentos de Hamas de �blanquearse� mientras esa organización continúe negándose a aceptar las reglas y criterios necesarios para ser considerado un jugador político legítimo. [Y sobre todo: que renuncie al terror, acepte el principio de una solución al conflicto por la vía del diálogo y las negociaciones y que reconozca el derecho de Israel a existir.]

Sin el cumplimiento estricto de estos requisitos, Hamas se constituiría en un dañino caballo de Troya infiltrado en el proceso democrático palestino.

Hasta entonces se debe decir al unísono (también en España): ¡Jamás Hamas! Por el bien de la Autoridad Palestina, por el bien (incluso personal) de su Presidente, Mahmud Abbas, y por el bien del proceso formulado en la Hoja de Ruta y por el bien de las aspiraciones de israelíes y palestinos empeñados en llevar a cabo un acuerdo de paz verdadero y duradero.