Ni muro, ni vergüenza � Valla de seguridad

El Mundo, 18 de enero de 2004


Víctor Harel
Embajador de Israel en España

 
 Los medios de comunicación españoles, en su mayoría, han adoptado la denominación denigrante de �Muro de la vergüenza� para designar la valla de seguridad que Israel se está construyendo actualmente.

Teniendo en cuenta la fragmentación de datos, las medias verdades y la tergiversación que ha sufrido el tema, creo imprescindible aclarar ciertos puntos clave para comprender el porqué de la Valla.

Terrorismo y valla: El responsable directo de la construcción de la valla es el terrorismo; sin terror no nos hubiéramos visto obligados a construir la  valla. Cuando no haya terrorismo, tampoco habrá valla.

Desde el mes de septiembre de 2000, 845 ciudadanos israelíes han sido asesinados por terroristas. No hay un solo gobierno en el mundo que pueda contempla de brazos cruzados la aniquilación sistemática de sus mujeres, niños y ancianos. No hay un solo gobierno que no adoptase acciones firmes para poner fin al terrorismo suicida. No es solo el derecho fundamental a la autodefensa, sino también un deber; un deber de supervivencia, y esto incluye construir un sistema de defensa del país más desangrado del mundo por culpa del terrorismo islámico.

La experiencia acumulada desde el comienzo de la construcción de la valla en Cisjordania demuestra con cifras fehacientes que, al haberse terminado la porción de la región de Samaria, el número de ataques terroristas procedentes de esa zona disminuyó considerablemente, aumentando a su vez los ataques provenientes de Judea, zona en la cual no se ha terminado aún la construcción.

Los ataques de terroristas suicidas en los autobuses -línea 6 (mayo, 2003), línea 14 (junio, 2003) y línea 2 (agosto 2003) de Jerusalén y línea 37 de Haifa (septiembre 2003)- partieron todos ellos de Judea, sin haber encontrado en su criminal camino ni una valla, ni un escollo físico. 79 israelíes murieron en estos atentados.

En la franja de Gaza,  en la cual existe una valla de seguridad desde hace años, ni un solo suicida palestino ha logrado cometer sus actos de terror más allá del punto de cruce con Israel.

La valla en sí: Es un obstáculo físico que impide la infiltración de terroristas así como de armas y explosivos; un sistema esencial y exclusivamente de defensa cuyo único propósito es dotar de seguridad a los ciudadanos israelíes.

De sus proyectados 720 Km de longitud, el 95% lo constituye un sistema de alambradas y sensores electrónicos, bastante similar a la que España construyó en Ceuta y Melilla. Sólo un 5% del trazado de la valla es muro de cemento. Por esta razón nosotros insistimos en que la expresión más adecuada de �valla� y no �muro�, que obviamente  trae a la mente erróneas equiparaciones con el Muro de Berlín o (¡hasta donde llega la insensibilidad!) con el muro nazi del Gueto de Varsovia. Su ancho, de 40 metros, es similar al de una autovía de 4 carriles, con un sistema de detección en su centro.

Consideraciones humanitarias: Israel reconoce la necesidad de encontrar un equilibrio adecuado entre la imperiosa necesidad de evitar el terrorismo y defender a sus ciudadanos y las necesidades humanitarias de los palestinos. Precisamente por ello se han hecho todos los esfuerzos necesarios para minimizar las dificultades e ingerencias en la vida cotidiana palestina que pudiera causar la valla.

Se han establecido decenas de puntos de cruce para permitir el movimiento de personas y mercancías, para permitir a agricultores continuar labrando sus campos. La valla fue ubicada, en la medida de lo posible, en tierras públicas o tierras inutilizadas todo dependiendo de las consideraciones topográficas y de las necesidades de seguridad. En ningún caso se han confiscado las tierras sino cuando necesario han sido requisadas lo que significa jurídicamente que sus dueños continúan siendo sus legítimos propietarios. Es más, la Corte Suprema ha ordenado a las autoridades de seguridad que provean a los propietarios palestinos de soluciones específicas e individuales en los casos problemáticos derivados de la construcción de la valla.

¿Qué no supone la valla?: No supone en ningún caso anexionar territorios o cambiar el su �status�. No supone implicaciones políticas ya que no establece la demarcación de una frontera entre Israel y el futuro Estado Palestino, la cual deberá fijarse eventualmente en unas negociaciones directas entre ambas partes.

No supone en absoluto el aislamiento de la población palestina residente en las cercanías. No olvidemos que son decenas de miles los palestinos que entran �y seguirán haciéndolo- a diario en Israel donde tienen su trabajo.

La valla es temporal, movible y reversible. Lo único irreversible son las vidas de todos los que han muerto en los ya más de tres años de terror y violencia.

El �muro� es una valla y de �vergüenza� no hay nada. ¿Desde cuándo ejercer el derecho de autodefensa es �vergonzoso�? Sí hay necesidad imperiosa de puentes en nuestra región pero, desafortunadamente y mientras haya terrorismo, también hay necesidad de vallas defensivas. Tal vez sea precisamente la valla, al aumentar la seguridad y disminuir los actos de terror, la que otorgue a la región la calma y la estabilidad necesarias, creando el clima adecuado que permita la reanudación del diálogo que tanto añoramos y tanto anhelamos.