La crisis económica de la Autoridad Palestina


Datos y cifras:

1. Durante las agresiones que tuvieron lugar entre comienzos del mes de octubre de 2000 hasta fines del mismo, Israel entregó a la Autoridad Palestina un total de 100 millones de dólares en concepto de impuestos indirectos que recauda de parte de la ANP, según lo estipulado en los acuerdos interinos.

2. La cuantía es menor que las sumas que se transferían normalmente (antes de octubre de 2000), debido a dos motivos: 1) existe un descenso de la actividad económica de la Autoridad Palestina y del volumen de actividad económica entre Israel y la misma. 2) se han descontado los adelantos ya pagados a la Autoridad Palestina por Israel, por valor de 50 millones de dólares, efectuados durante el mes de junio de 2000. La fecha para descontar esta entrega a cuenta se había fijado para el último cuarto del año 2000.

3. A consecuencia de las violentas agresiones contra Israel, la Autoridad Palestina sufrió una crisis financiera. Esto se debió a que las revueltas provocaron un drástico descenso en los ingresos por impuestos por parte de la Autoridad Palestina y la reducción del dinero transferido desde Israel. De esta manera, la Autoridad Palestina realizó enormes esfuerzos por diferentes vías para lograr financiación para sus actividades. Dichos esfuerzos arrojaron una asistencia económica por parte del mundo árabe y a nivel internacional por valor de 140 millones de dólares. Es así como la Autoridad Palestina logró pagar con regularidad los salarios de sus casi 100.000 funcionarios.

4. Últimamente, representantes oficiales de la Autoridad Palestina impusieron un boicot a distintos tipos de productos de procedencia israelí, amenazando con arrestar a quienes violen este decreto. Se conocen casos en los que los productos israelíes fueron retirados de las estanterías de los comercios. El boicot es impuesto generalmente a productos israelíes que pueden ser suplidos o producidos en la Autoridad Palestina, así como a ciertas mercancías procedente de firmas internacionales. Entre dichos productos se encuentran huevos, bebidas gaseosas, detergentes para ropa, etc.

5. En vista de tales datos y cifras se observa que si bien la situación económica de la Autoridad Palestina no es fácil, no se puede decir que esté al borde del colapso. De todas maneras, es necesario puntualizar la diferencia entre la situación económica de la propia Autoridad Palestina y la difícil situación económica del pueblo palestino, debido principalmente al aumento del desempleo, que ha pasado de un 11% a un 45%.
 

Notas:

1. Existe una relación directa entre las penurias económicas palestinas y la elección del camino de la violencia y el terrorismo por el cual optaron para lograr sus objetivos políticos. La Autoridad Palestina está conectada con el terrorismo, fomenta hostilidad, organiza provocaciones y no hace nada por evitar estos hechos.

2. Frente al terrorismo, Israel está obligado a tomar serias medidas de seguridad y precaución con el fin de minimizar peligros y evitar atentados y heridos.

3. Los sucesos violentos acarrearon, como es natural, restricciones en la actividad económica, lo que trajo consigo un descenso de los ingresos de los palestinos, tanto de salarios como de impuestos, hecho que agudizó la pobreza de la población.

4. Paralelamente a las estrictas medidas de seguridad adoptadas, Israel está haciendo todo lo posible para facilitar las cosas a la población palestina, dentro del marco de lo que se ha denonimado "cierre permeable". Esto significa que, por razones humanitarias, el cierre no es hermético y que Israel ha asumido un enorme riesgo en materia de seguridad, que ya ha costado la vida a docenas de israelíes y cientos de heridos.

5. Y aún no se ha citado que a pesar de las enormes deudas contraídas por la Autoridad Palestina y órganos semi-gubernamentales con empresas israelíes de servicios (como la compañía de electricidad, "Bézek" (telefónica), empresas de teléfonos móviles, etc.), el Estado de Israel, por razones humanitarias, no ha procedido a desconectar a los palestinos de estos servicios, a pesar de las deudas, absorbiendo él mismo los costos.

6. Con el estallido de la ola de violencia, Israel no interrumpió de manera inmediata la entrada de trabajadores palestinos, posibilitando a los mismos continuar con su trabajo en Israel para no dañar su sustento. La entrada de trabajadores sólo se interrumpió cuando se intensificó la revuelta. Todos los intentos por reanudar la rutina de trabajo fracasaron, en vista de los atentados cometidos contra ciudadanos israelíes, que alcanzaron su mayor grado de violencia con el atentado del autobús en el cruce de Azur, que atropelló y mató a tantos inocentes.
    Sin embargo, el trabajo en las zonas industriales en los límites entre Israel y la AP no se ha interrumpido, pero sí fue restringido, porque los palestinos intentaron impedir mediante el uso de la violencia la entrada de los obreros a dichas zonas y quemaron zonas industriales (al lado de Tulkarem, por ejemplo).

7. Israel permite la libre entrada de materias primas, alimentos, combustibles y medicamentos (ayuda humanitaria), así como la salida de la producción agrícola destinada a la exportación o al consumo en las diferentes zonas de la Autoridad Palestina, sin restricción alguna. El paso principal a la Franja de Gaza sólo estuvo cerrado 5 días, a causa de los actos de violencia. El paso desde la parte palestina permaneció cerrado 13 días más, por decisión de la Autoridad Palestina.

8. En estos momentos, la Autoridad Palestina no se encuentra en peligro de desplome económico, y está en condiciones de recaudar fondos para hacer efectivo el pago regular de los sueldos de sus cien mil empleados, que representan casi el 20% de la mano de obra palestina.

9. Es de destacar que para magnificar su sufrimiento, que ya es grande de por sí, la Autoridad Palestina acostumbra aportar datos incorrectos a organismos internacionales de inspección.
    En este orden de cosas, los palestinos informaron a la UNESCO que el Paso de Karni, por el que pasa el transporte de mercancías entre Gaza e Israel, permaneció cerrado durante 93 días, cuando en realidad los datos del Coordinador de las Actividades en los Territorios informan sobre tan sólo 18 días, de los cuales 13 se debieron a la propia iniciativa de los palestinos.
    En cuanto al Puente de Allenby, se informó que estuvo cerrado 35 días, cuando según los datos que obran en manos de la Autoridad de Aeropuertos, que pone en funcionamiento el paso, el puente permaneció cerrado tan sólo 16 días.
    Sobre el tema de la transferencia de fondos, los palestinos minimizan las cifras, sin destacar que en el mes de junio se adelantaron 50 millones de dólares, y que fueron descontados, según lo acordado, en el último trimestre del año 2000.

10. Hay que recordar que la ola de violencia palestina, iniciada justo cuando Israel se mostró más dispuesto aceptar propuestas de gran alcance para acortar distancias con la Autoridad Palestina en el proceso de paz, también ha dañado considerablemente a Israel, en vidas humanas y en términos económicos. Las pérdidas en el sector del turismo y en el de la construcción, el aumento del desempleo, y un mayor presupuesto dedicado a fines de seguridad, son algunos ejemplos. Sin embargo, el daño más grave que Israel sufrió ha sido el de la confianza, la confianza que se había depositado en los acuerdos con los palestinos.

11. Lamentamos el gran sufrimiento causado a la población civil palestina, cuya situación económica se ha ido deteriorando hasta llegar a una crisis que se traduce en un aumento de la pobreza y del paro. Pero, paralelamente a la empatía que Israel pueda demostrar hay que lamentar que la Autoridad Palestina no haya logrado llegar a un acuerdo con Israel, que era factible en vista de las amplias concesiones que Israel estaba dispuesto a realizar.
 

Jerusalén, 25 de febrero de 2001
Ministerio de Asuntos Exteriores