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Número 4 Madrid, mayo de 1997 VUELTA AL PASADO
Leora Frankel-Shlosberg
La rica herencia de los judíos de Marruecos, junto con el establecimiento de relaciones entre Israel y Marruecos, es el incentivo del Centro Internacional para la Investigación de los Judíos de Marruecos, que cuenta con delegaciones en Jerusalén, Rabat y París.
Nacido en Israel e hijo de padres marroquíes que inmigraron al país en 1963, David Biton creció en un entorno en el que primaba la fe y la tradición. Sin embargo, las prácticas religiosas de sus padres les parecían a él y a sus ocho hermanos algo incongruentes a veces, mucho más características de una familia laica que de una religiosa. Incluso desde su temprana edad, Biton sabía que no se debía ver la televisión la víspera de Sucot, como no debían encenderse las luces. Sus amigos y consejeros del movimiento local juvenil religioso Bnei Akiva de Yehoram, ciudad en desarrollo del Neguev, se lo habían indicado claramente.
"Nosotros, los hijos, llegamos un día a casa y dijimos a nuestros padres: «No conocéis la Halajá (la ley judía)». Aceptaron nuestro dictamen y adoptaron normas más estrictas", nos cuenta Biton. Fue durante sus estudios en la Universidad Hebrea cuando comprendió Biton que el comportamiento de sus padres no se debía a la ignorancia, sino que habían seguido una interpretación de la ley judía expuesta por algunos rabinos de Marruecos del siglo XX. Y es precisamente ésta y otras interpretaciones rabínicas lo que pretende estudiar Biton en su tesis de master, "La actitud de los rabinos de Marruecos frente a la modernización". Biton es profesor de historia en la escuela secundaria local y vive en Yehoram con su mujer y su hija, aunque viaja todas las semanas a Jerusalén para trabajar en su tesis. Su beca de estudios procede del recientemente creado Centro Internacional para la Investigación de los Judíos de Marruecos de la Universidad Hebrea.
Según Biton, los rabinos de Marruecos se sintieron menos amenazados por la Reforma y la Ilustración, que llegaron repentinamente con el protectorado francés en 1912, que sus homólogos askenazíes (centroeuropeos). Estos últimos, en cambio, habían experimentado la modernización de forma gradual y habían levantado barreras de resistencia. "Se observa una mentalidad abierta a la hora de enfrentarse a los cambios. A diferencia de muchos rabinos europeos, los rabinos de Marruecos no prohibieron nada que fuese moderno y nuevo por miedo a que llevara a la herejía". Biton está investigando ahora la reacción de los rabinos frente a las innovaciones tecnológicas, tales como la electricidad y los automóviles, así como frente a cambios sociales que van desde el estatus de la mujer a las relaciones con la población musulmana.
El estudio de los judíos de Marruecos en las universidades israelíes ha ido aumentando constantemente durante los últimos 20 años, dice el Profesor Michel Abitbol, Director Académico del nuevo Centro Internacional para la Investigación de los Judíos de Marruecos, titular de la recién creada Cátedra Robert Assaraf de Historia de Marruecos y de los Judíos de Marruecos y Rector de la Escuela Rothberg para Estudiantes Extranjeros. "Aunque no hemos partido de cero", dice Abitbol, nacido en Casablanca, "el Centro Internacional desde luego aporta mucho a lo que ya existe".
Hoy por hoy, hay en Israel aproximadamente medio millón de judíos de origen marroquí y son el mayor grupo étnico después de los judíos procedentes de la antigua Unión Soviética.Tras la creación del Estado de Israel en 1948, la comunidad judía de Marruecos, cuya presencia allí se remonta a unos 2.000 años, se sintió amenazada por la población musulmana y la mayoría abandonó el país. Durante la década siguiente, la mayor parte se dirigió a Israel mientras que un grupo menor se dirigió a Francia. Hoy en día viven en Francia unos 70.000 judíos de origen marroquí, y unos 30.000 en Canadá.
A pesar del repentino éxodo y de las tensiones entre las dos religiones en los años 50, según el Prof. Abitbol, "la memoria colectiva de los judíos de Marruecos no es traumática. Aunque su relación con los musulmanes era compleja, no atravesaron los graves problemas a los que tuvieron que enfrentarse los judíos de Iraq o Egipto con su entorno. Los judíos de Marruecos nunca fueron expulsados".
"Anteriormente", prosigue, "existía la tendencia de estudiar a los judíos de Marruecos como si hubiesen estado aislados de su entorno". Ahora, no obstante, los académicos israelíes se orientan hacia un enfoque más completo tanto en sus escritos como en sus relaciones académicas. Por ejemplo, en su propia investigación sobre la burguesía judía marroquí del siglo XIX, el Prof. Abitbol no podría hacer un repaso completo de la historia económica de los judíos de Marruecos sin vincularla a la de Marruecos en vísperas del periodo colonial.
Este enfoque, dice el Prof. Abitbol, ha recibido un gran impulso con la creación del Centro Internacional para la Investiga ción de los Judíos de Marruecos de la Universidad Hebrea. El Centro de Jerusalén es uno de los tres centros, los otros dos están en Rabat y París cada uno de ellos vinculado a una universidad, que conforman una red que ofrece a los académicos israelíes un foro dinámico y permanente para el intercambio académico internacional.
La apertura de estos centros se realiza en un momento en que crece el interés de Israel por Marruecos como resultado del establecimiento de relaciones diplomáticas parciales en septiembre de 1994. De hecho, el benefactor de los Centros Internacionales, el marroquí Robert Assaraf, espera que las instituciones de Jerusalén y Rabat, aunque se centren en los estudios judíos, sirvan como puente para establecer vínculos académicos en otros ámbitos y como foro de cooperación entre Israel y Marruecos. Assaraf es miembro de la comunidad judía de Marruecos y ha desempeñado altos cargos en varios ministerios del gobierno, además de haber desempeñado un papel entre bastidores en las recientes negociaciones de paz. Su compromiso con la promoción de las relaciones entre Israel y Marruecos se refleja en su entusiasta apoyo a los estudios sobre las relaciones entre judíos y musulmanes y la cooperación académica entre ellos.
Esta cooperación ya ha dado sus frutos, dice el Prof. Abitbol haciendo referencia a la Conferencia sobre Relaciones entre Judíos y Musulmanes organizada por los centros de Rabat y París en Marruecos a finales de 1995 en la que participaron 30 académicos procedentes de Francia, Marruecos, Israel, Estados Unidos y el Reino Unido. Ahí fue donde Abitbol conoció por fin personalmente a su colega el Prof. Mohammed Kenbib, historiador de la Universidad Rey Mohammed V de Rabat y Director Académico del centro sito en Marruecos. El libro Judíos y Musulmanes en Marruecos, 1859-1948 del Prof. Kenbib está considerado como una de las obras más importantes de este ámbito. A pesar de que los dos historiadores habían leído las obras el uno del otro desde hacía años, nunca habían coincidido hasta entonces.
Al devolverle la visita unos meses después, en su primer viaje a Israel, el Prof. Kenbib comentó que hasta hacía poco su ámbito de trabajo había estado dominado por académicos no marroquíes, principalemente franceses y españoles. "Sus escritos contenían gran cantidad de estereotipos y clichés", dijo, añadiendo que una de las tareas de los Centros Internacionales consiste en corregir los prejuicios cualquiera que sea su fuente. La biblioteca judía del Centro Internacional de Rabat influirá positivamente en los estudios académicos, dijo el Prof. Kenbib. "La disponibilidad de los libros es importante. La biblioteca nacional de Rabat cuenta con muchos libros y manuscritos, pero pocos versan sobre los judíos de Marruecos".
Campos de éxito
La cooperación entre la Universidad Hebrea e institutos marroquíes está en marcha en el campo de la medicina y en fase de planificación en el campo de la agricultura. Durante el año académico 1995-96, el Presidente de la Universidad, Hanoch Gutfreund, presidió una delegación que viajó a Marruecos y en la que participaron el Decano de la Facultad de Ciencias de la Agricultura, la Alimentación y la Calidad Medioambiental, Profesor Yona Chen, el Presidente del Comité de Investigación de la Facultad, Profesor Haim Rabinovitch y el Profesor Abitbol. Como resultado de esta delegación seguida de una segunda presidida por el Prof. Chen al que acompañaron sus colegas de la Facultad, Prof. Rabinovitch, y el Prof. Ben-Ami Bravdo, los académicos israelíes y marroquíes van a llevar a cabo investigaciones conjuntas en el ámbito del cultivo de verduras, agricultura de invernadero, irrigación y reciclaje de aguas. El Fondo Germano-Israelí para la Investigación y el Desarrollo (GIFRID) ha aprobado recientemente la financiación para el primer proyecto conjunto de reciclaje de aguas. Los expertos agrónomos de la Universidad Hebrea invitados por la Direction des Domaines Agricoles, han recibido una solicitud para asesorar al gobierno marroquí en el marco del desarrollo agrícola de la región de Dakhla y del cultivo de invernadero y de árboles frutales en la región de Fez.
[Scopus, Magazine of the Hebrew University of Jerusalem].