Israel 5756

Ehud Gol
Embajador de Israel

Rosh Hashaná 5757
Comunidad Israelita de Madrid
13 de septiembre de 1996

Kevod harabanim,

Kahal kadosh

Estas fechas son tradicionalmente días de balance, una época propicia para resumir lo más destacado del acontecer de Israel durante el año pasado.

El año 5756 pasará a la historia de Israel como uno de los más tristes y luctuosos. El asesinato de nuestro primer ministro Yitzhak Rabin es una de las páginas más dolorosas de nuestra historia reciente. Hoy, transcurridos diez meses desde la muerte de Rabin, sólo podemos honrar su memoria y reflexionar sobre el mal y la violencia que anidan en nuestra sociedad.

A pesar de la muerte de Rabin, el gobierno de Shimon Peres cumplió los acuerdos firmados con la autoridad palestina, e hizo lo posible para facilitar la celebración de las elecciones palestinas. La victoria de Arafat en estos comicios le legitimó como máximo responsable de la Autoridad Nacional Palestina.

En los meses de febrero y marzo sufrimos una oleada brutal de atentados terroristas que mancharon de sangre las calles de Jerusalén, Tel Aviv y Ashkelón. No hay objetivo político que pueda justificar el asesinato indiscriminado de niños, hombres y mujeres. Ciertamente el camino del diálogo es el único para solucionar el conflicto palestino-israelí, pero la Autoridad palestina debe asumir que el proceso de paz es adoptar una postura clara contra el terrorismo y combatirlo y no sólo recibir concesiones de Israel. Para Israel la agenda de la paz tiene un punto prioritario: garantizar la seguridad de la población israelí. Lo demás vendrá después.

Este año Israel también ha padecido el terrorismo de Hizbolá desde el sur del Líbano. Durante meses las ciudades del norte de Israel sufrieron los ataques, y la población pasaba días enteros en los refugios. Finalmente Israel tuvo que intervenir en el sur de Líbano para poner fin a los ataques. El único objetivo de la operación Uvas de la ira era lograr que la población civil del norte de Israel pudiera vivir con normalidad.

Como todos ustedes saben, la primavera pasada se celebraron en Israel elecciones a la Knéset y a primer ministro. El proceso de paz y el terrorismo fueron el eje central de la campaña electoral, y el tema determinante a la hora de decidir el voto, dejando relegadas cuestiones internas tan importantes como la economía, el bienestar social u otras. En la sociedad israelí, al igual que entre los partidos políticos, hay un consenso total en cuanto a la necesidad de buscar una salida negociada al conflicto árabe-israelí. Las diferencias entre los distintos partidos se refieren, sobre todo, al ritmo, contenido y nivel de concesiones que deben hacerse para alcanzar la paz, y a las medidas de seguridad que deben acompañarla.

La victoria de Binyamin Netanyahu en las últimas elecciones, con un programa que antepone las garantías de seguridad al avance en el proceso de paz, demuestra la preocupación del pueblo israelí ante la continuación de la violencia. El nuevo gobierno de Israel respetará los compromisos adquiridos en las conversaciones de paz y buscará nuevos caminos para firmar la paz con todos nuestros vecinos. Seguramente avanzaremos más despacio y se harán menos concesiones en el futuro, pero el proceso de paz es irreversible. Desde que asumió el cargo de primer ministro, Binyamin Netanyahu ha viajado dos veces a Estados Unidos y se ha reunido con el presidente de Egipto, con el rey de Jordania y con Arafat. El reloj de la paz no se ha parado. La paz con Siria sigue siendo un objetivo prioritario. Para desbloquear las negociaciones el gobierno de Israel propuso la fórmula de Líbano primero como camino para avanzar en las negociaciones de paz con nuestros vecinos del norte, pero estos rechazaron la propuesta. En el tema sirio, la postura de Israel es clara. No podremos negociar con el régimen sirio mientras éste imponga condiciones previas.

Dejando la arena política, debemos destacar que durante el último año llegaron 70.000 nuevos inmigrantes; en lo económico, se mantuvo la tendencia al crecimiento del PIB y de las exportaciones y descendieron el paro y la inflación; y entre los logros tecnológicos podemos mencionar la puesta en órbita de un satélite comercial de comunicaciones israelí, el Amós 1. Con este lanzamiento, Israel entró en el selecto y restringido club de países capaces de desarrollar y fabricar sus propios satélites. Asimismo, la posición internacional de Israel ha seguido consolidándose, tanto a nivel diplomático como económico.

El pasado 17 de enero se cumplía el décimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre España e Israel. Ahora, cuando iniciamos la segunda década, las relaciones políticas, económicas, culturales y turísticas son fluidas y estrechas.

Paralelamente a la intensificación y normalización de los contactos políticos a todos los niveles, las relaciones en otros ámbitos se han intensificado. El intercambio de visitas de conjuntos de danza y música, orquestas, exposiciones, artistas, científicos y delegaciones comerciales se ha ido convirtiendo en un hecho habitual. El pasado judío de España es parte de nuestro acervo histórico y cultural común, por lo que las relaciones culturales en todo lo relacionado con el mundo hispanojudío y sefardí han sido especialmente fluidas e intensas. Los antiguos caminos de Sefarad constituyen hoy uno de los más sólidos puentes entre nuestros pueblos.

El intercambio turístico ha aumentado gradualmente de modo significativo en los últimos años, y lo mismo puede decirse del intercambio comercial. Casi con toda seguridad este año alcanzaremos los 1.000 millones de dólares, y las expectativas para los próximos años son francamente buenas.

Durante este año, el primero como embajador en España, he visitado casi todas las comunidades autónomas, y me ha llenado de satisfacción la calidez y el interés con los que se recibe a un representante de Israel. Es mucho lo que hemos avanzado en sólo diez años.

Ahora debemos mirar hacia adelante. Israel tiene ante sí importantes desafíos para 5757. Tenemos que intensificar las relaciones con nuestros vecinos árabes y con los países del Magreb y del Golfo, fortalecer la seguridad de Israel y continuar las negociaciones con los palestinos, con Siria y con Líbano para alcanzar una paz justa y duradera. A nivel interno, seguiremos dedicando todos nuestros esfuerzos para favorecer la aliyá y para facilitar la integración social y económica de los nuevos inmigrantes. Hemos de buscar nuevos caminos para estrechar, aún más, los vínculos entre Israel y la diáspora. También debemos abrir nuevos mercados para nuestras exportaciones, y seguir invirtiendo en educación y en Investigación y Desarrollo para que Israel siga ocupando un lugar privilegiado en el mundo de la ciencia y la alta tecnología.

Espero que durante este año los vínculos entre la comunidades judías de España y la embajada sigan estrechándose, que nos conozcamos mejor, y juntos podamos contribuir al acercamiento de Israel y del pueblo judío.

Shaná Tová.