Número 25 Madrid, diciembre de 1998

 

Nuevo tipo de
moléculas magnéticas
de dicloruro de níquel
para uso en microelectrónica

Investigadores del Instituto Científico Weizman (Rehovot) han creado un nuevo tipo de materiales magnéticos a base de racimos de moléculas inorgánicas que, al presentar una inusual combinación de propiedades, dan lugar a nuevas posibilidades de investigación con el consecuente descubrimiento de aplicaciones en la industria microelectrónica.
En referencia a sus propiedades, las moléculas de dicloruro de níquel que forman los nuevos imanes son mucho más pequeñas que los compuestos orgánico-metálicos utilizados previamente para producir la mayoría de los imanes moleculares.
Otra característica que distingue el nuevo tipo de material es su forma. La estructura de algunas moléculas es similar a una cesta, que recuerda a las descubiertas por el arquitecto Buckminster Fuller —similares al balón del fútbol americano— mientras que otras tienen forma de diminutos tubos y se las llama "nanotubos".
El método por el cual se crearon los racimos de dicloruro de níquel es ciertamente novedoso; en lugar de producir trozos de material magnético, los científicos crearon las moléculas magnéticas a partir de átomos individuales. Después, las moléculas se autoacoplaron en una capa esférica del grosor de una sola molécula. Este nuevo método, provee a los científicos de un control preciso sobre la dimensión y estructura de las moléculas magnéticas y de la cantidad de sus estratos. Esta capacidad de control les permitirá adaptar los materiales a necesidades específicas. Según el director del proyecto, Reshef Tenne, el método es "como construir un edificio con ladrillos, en comparación con la capacidad de hacer girar las paredes de una casa prefabricada".

Gran potencial
en microelectrónica

La canalización de esfuerzos en la investigación y desarrollo de los imanes moleculares se debe a que constituyen el mayor avance en la miniaturización para la industria de la microelectrónica, en cuyo marco la tendencia es producir nuevos medios que creen dispositivos cada vez más diminutos. En particular, la intención es que estos imanes permitan incrementar la memoria de los equipos informáticos tanto como sea posible, y que pueda ser almacenada en un espacio muy limitado.
La memoria de los discos duros de los ordenadores está formada por una multitud de conmutadores magnéticos, donde el paso de las posiciones de "encendido" a "apagado" se lleva a cabo alterando su polaridad magnética. Un conmutador magnético ideal debe ser operado por una fuerza magnética relativamente débil, a fin de que su polaridad pueda ser alterada con cierta facilidad, aunque a la vez debe ser lo suficientemente estable como para que pueda conservar su polaridad durante largo tiempo.
Actualmente se están desarrollando numerosos conmutadores moleculares, pero los problemas se presentan cuando los científicos los colocan unos junto a otros. Las fuerzas magnéticas trabajan sobre un campo relativamente extenso, de tal forma que cuando los minúsculos imanes son almacenados a presión en un espacio estrecho, se producen interferencias.
Sin embargo, cuando se invierte la polaridad de uno de esos magnetos, también cambia la de los magnetos que están junto a éstos. Dicha interferencia impide almacenar información fiable durante un largo período de tiempo.
El nuevo dicloruro de níquel creado por Tenne y su equipo incrementó las expectativas de poder solucionar este problema, ya que se supone está mucho menos influido por los campos magnéticos de sus "vecinos", y también que será relativamente "indiferente" a otras influencias del medio ambiente tales como la temperatura.
La diferencia de su estructura sugiere asimismo que no serán sensibles a la "hostilidad" de efectos químicos como la oxidación. Dado que éstas no contienen impurezas y que su estructura espacial está bien definida, también se pueden determinar sus propiedades magnéticas en función de necesidades preestablecidas.
Pero estas nuevas moléculas magnéticas no sólo podrán ser útiles para la memoria de los ordenadores. Las que tienen forma de minitubos pueden tener múltiples aplicaciones en la industria. Merced a su reducida dimensión, se las puede usar para "insertar" información sumamente pequeña en discos magnéticos —proceso conocido como litografía— y también para "leer" esa información. Esta lectura es llevada a cabo, por ejemplo, durante el control de calidad de los circuitos integrados del ordenador, algo que la nanoestructura del dicloruro de níquel podrá hacer con una resolución mucho mejor que ningún otro dispositivo.
Considerando que los magnetos son nuevos y que se podrán revelar nuevas características de su comportamiento —ya que la investigación todavía está en curso— se supone que a medida que se avance en su conocimiento, también se extenderán sus posibilidades de aplicación.
Las nuevas moléculas son también semiconductoras y esto significa que pueden ser usadas para crear conmutadores operados por corriente eléctrica y no sólo en campos magnéticos. Más aún; pueden también ser operadas ópticamente porque absorben selectivamente la luz en ciertas longitudes de onda. Esta combinación de propiedades hace que los nuevos magnetos sean muy versátiles.
Hoy día, el profesor Tenne y su equipo están desarrollando métodos para poder sintetizar grandes cantidades del diclorido de níquel, lo que les permitirá conocer mejor los pormenores de sus propiedades magnéticas y proyectar su canalización hacia las pruebas a nivel industrial. [Aurora].


Israel, segundo país del mundo
en nivel de informática

Israel ocupa el segundo lugar en el mundo, detrás de Estados Unidos, en el campo de la informática, según un reportaje del corresponsal en Israel del Canal 1 de la televisión francesa. En el reportaje, un comandante del ejército israelí dice, mientras teclea en su ordenador portátil, que «en la próxima guerra podré apretar un botón y saber dónde se encuentran mis soldados». Según el reportero, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) equiparán a todos sus soldados con un ordenador que podrán conectar al mechero de sus vehículos. El reportaje también muestra a Analizer, el hacker israelí que logró entrar en el ordenador del Pentágono en Washington, y dice que él está sirviendo actualmente en las FDI. La nota dice además que «las inversiones extranjeras en el campo de la informatíca en Israel se han reducido debido al estancamiento del proceso de paz y muchos cerebros escaparon del país». [Maariv].


Nuevo método para
el tratamiento del cáncer:
Congelamiento de tumores

El Hospital Ichilov de Tel Aviv comenzó a usar recientemente un nuevo método para el tratamiento de tumores benignos y malignos consistente en el congelamiento de los tejidos cancerosos. En lugar de realizar intervenciones quirúrgicas en las que se corre el riesgo de causar lesiones a vías sanguíneas y nervios, es posible localizar el tratamiento congelando el tumor antes de extirparlo. El nuevo método fue desarrollado por un equipo de investigadores de "Rafael". El Dr. Yitzhak Meler, director del Departamento de Ortopedia Oncológica del Hospital Ichilov, dijo que "el tratamiento permite el control de la profundidad del congelamiento". Según él, el porcentaje de éxito del tratamiento es mayor que el de otros métodos, siendo de casi el 100%. [Maariv].


Israel entre los primeros en
el número de compañías
"start-up"
de alta tecnología:
3.500

Casi un tercio de las compañías "startup" (en sus comienzos) en Israel funcionan actualmente en residencias privadas o están inscritas en el exterior y no en Israel. Otro tercio de las compañías funcionan en secreto debido a que sus propietarios son empleados de otras compañías y esperan a que sus ideas se concreten antes de darlas a conocer. En total, actualmente funcionan en Israel unas 3.500 compañías "start-up", principalmente del sector de la alta tecnología, un récord mundial en relación al número de habitantes del país. [Maariv].